Como feliz acontecimiento que sirve de punto de partida a un incesante quehacer radial, con breves lapsos de inactividad se funda la primera emisora comercial de Bayamo el 10 de octubre de 1937.
Luego del paso del tiempo es necesario hacer desfilar a: empresarios, periodistas, locutores, técnicos y artistas, junto a programas de mayor relieve y logros más resonantes de sus espacios informativos. Grandemente han contribuido a este acopio de datos, los testimonios de Rolando Avello Vidal, Eduardo Figueredo Rondón, Rodolfo Yasell, Enrique Hidalgo (Taylor) y Antonio (Paco) Jerez.
El equipo transmisor de la primera emisora de radio que funcionó en Bayamo llegó en una ambulancia. El 21 de julio de 1937, cuando reparaba el techo de una nave de la industria de productos lácteos Nestlé, sufrió una terrible caída el obrero Arsenio Garda. El desafortunado salió con vida milagrosamente pero con traumatismos y fracturas graves que obligaron a su inmediato traslado a La Habana. Esto fue posible gracias a una moderna ambulancia recibida recientemente por el Ayuntamiento de Bayamo, como obsequio del Alcalde de La Habana.
El vehículo fue manejado por Luis Jerez y quiso el destino que antes de abandonar la urbe capitalina se encontrase con su coterráneo y amigo Santiago Palacios. A este último le acompañaba el habanero Alberto Álvarez; y ambos gestionaban un transporte adecuado para trasladar a la Ciudad Monumento el equipo transmisor que allí habría de dar vida a su primera emisora radial la CMKL. Como sus dimensiones eran inferiores a la capacidad de la ambulancia, la proverbial voluntad de servir de su chofer se encargó del resto.
Alberto Álvarez poseía en La Habana una pequeña emisora, la CMBX, que salía al aire con la identificación “Radio Álvarez”, en la frecuencia de 1080 kilociclos de la Onda Larga, con estudios y equipos en la planta alta de un vetusto inmueble en San Miguel 570. Se proponía ampliar su esfera empresarial al montar en Bayamo otra estación de su propiedad que, en sociedad, sería rentada por Chaguito Palacios que se incorporaba a la industria radial en adición a sus actividades como radiotécnico y comerciante en el giro de efectos eléctricos.
En la calle Saco, casi esquina Martí, en la casa marcada con el número 160, quedó instalada la emisora en dos meses de incesante actividad y tras una breve etapa de pruebas, se escogió la fecha patriótica del 10 de Octubre para la inauguración.
Aquel día del año 1937 salió al aire la CMKL. Su estudio público, decorado por el popular Tino Barrera, mostraba como elemento central una enorme águila real, de cuyas uñas fluían alegóricos rayos. Los asistentes que madrugaron pudieron ocupar asientos en el modesto lunetario; el resto tuvo que conformarse con disfrutar del trascendental acontecimiento a través de la amplificación exterior.
Un pequeño percance puso una pincelada preocupante a la feliz jornada y alteró el ritmo de la programación concebida. Este ocurrió cuando el párroco de la Iglesia Mayor, especialmente invitado, recorrió las flamantes instalaciones rociándolas con agua bendita, y al sacudir el hisopo sobre la planta, los bombillos incandescentes generaron un cortocircuito que provocó el pánico. Afortunadamente, la anomalía fue resuelta por los técnicos en pocos minutos.
Eustorgio Millán García y Onaney Muñiz López fueron los primeros locutores de la pionera de las emisoras comerciales de Bayamo. En la programación predominaba la música grabada en discos; pero había también, espacios regulares con artistas locales y participación de público, que lograron popularidad. Entre ellos “El juzgado correccional del arte”: una oportunidad para que los aficionados al canto, teatro y la declamación expusieran sus aptitudes y optaran a la vez por atractivos regalos.
“El matrimonio de la media naranja” alcanzó extraordinario arraigo. Este programa consistía en una competencia entre parejas de novios, que debían promover la venta de bonos, con escrutinios semanales en medio de amenos espectáculos artísticos. En la confrontación final se proclamaba a los ganadores y se les premiaba con ajuares de boda y mucho de lo indispensable para habilitar un nuevo hogar.
Entre los artistas locales se recuerdan a los hermanos Julito y Nelly Anta, a la soprano Esther Pacheco, al tenor Víctor Rodríguez (Toribio) y al sonero Arsenio Marrupe, que cubría un espacio diario con un trío en la programación matutina, y otro en la vespertina al frente de un conjunto.
Algunos artistas de relieve, nacionales y extranjeros, actuaron en el estudio público de la primera emisora de Bayamo, como fue Ricardo Dantés y sus “Románticos Gauchos”; el mismo Ricardo Dantés que, al abandonar la música y dedicarse a la escena, brillaría durante muchos años como un excelente actor dramático y humorístico en radio, teatro, cine y televisión.
Las transmisiones a control remoto desde el estadio La Lechera fueron frecuentes a través de la CMKL; sobre todo cuando en los rósters de los equipos contendientes alineaban peloteros de renombre. En 1938 sus narradores obtuvieron éxito con la transmisión de la Serie Mundial de las Grandes Ligas. Uno recibía en inglés y pasaba al otro en español, que la llevaba a la radioaudiencia.
En el frente informativo la CMKL cubrió cabalmente un importante rol y en su línea editorial reflejó los anhelos y necesidades de Bayamo, al proclamar sus demandas. No obstante a esta positiva función social, el respaldo económico no fue lo suficiente como para garantizar su perdurabilidad. A fines de 1939 desapareció del dial definitivamente. Alberto Álvarez vendió la frecuencia al Circuito CMQ, envidiable frecuencia de 950 kilociclos y llevó para La Habana su equipo transmisor.
En una segunda etapa de la radiodifusión comercial en Bayamo su personaje central es Oscar Vidal Benítez, el padre de la CMKX. Por testimonio suyo conocemos que su emisora salió al aire por primera vez en Santiago de Cuba en 1934, con estudios en el edificio Salcedo, sito en Marina y San Félix y equipos transmisores en el reparto Sueño. La dura competencia de aquellos tiempos, con seis emisoras que disputaban la propaganda comercial e industrial -CMKA, CMKD, CMKC, CMKR, CMKW Y CMKX- le impulsó a probar fortuna en Banes, y hacia allá trasladó su estación radial en 1938.
La economía de Banes no era muy opulenta, por cuya razón la CMKX subsistía al borde de la quiebra financiera. Vidal, al tener noticias del cierre definitivo de la CMKL en Bayamo, tomó la decisión de correr el riesgo de invadir la desierta plaza.
Antes de promover los trámites legales en la Dirección de Radio del Ministerio de Comunicaciones, el joven empresario, en compañía de su padre, el ex-militar Pedro Vidal Reytor, giró una visita de exploración a Bayamo. Esta fructífera gestión le agenció el beneplácito de las autoridades, instituciones de mayor solvencia y del Círculo de la Prensa. En el testimonio de Oscar Vidal aparecen las siguientes personalidades: Fidel Fernández, Dr. León Hirzell Pastrana, comandante Gilberto Santisteban Cedeño, capitán Juan Corona Arias, Miguel del Risco, Enrique Orlando Lacalle, Luis Felipe Pacheco Borrero, Miguel Ángel Aguilera, Rubén Castillo Ramos, Rolando Avello Vidal, Valentín Herrén, Luís Soler Zambrano, Julián Guilarte Cádiz, Pedro Cristal y el Dr. Blas Domínguez Martí.
En una segunda visita a Bayamo, el dueño de la CMKX encontró el local idóneo para instalar su emisora, la confortable edificación marcada actualmente con el número 260 en la calle Saco, entre Pío Rosado y Estrada Palma, que hasta su reciente quiebra había ocupado la tienda de artículos de vestir “La Gran Antilla”, cuyo dueño -Ángel León León- había popularizado con el lema caimán no come caimán.
Los factores favorables conseguidos por Vidal eran altamente estimulantes; pero faltaba el de trascendencia vital: el apoyo de la industria y el comercio, porque sin anuncios suficientes la emisora estaba, condenada al fracaso. Conseguir ese apoyo constituía una tarea compleja, por la desconfianza prevaleciente en cuanto a la efectividad de la propaganda radial. Una realidad evidente justificaba este escepticismo de los hombres de negocios, Bayamo y sus comarcas rurales contaban con un bajo porcentaje de radiorreceptores.
A la llegada de la nueva emisora, el panorama publicitario de Bayamo estaba dominado por los altoparlantes o amplificadores. Con las bocinas en el techo y la planta eléctrica en el maletero, los automóviles recorrían calles, carreteras y caminos en promociones de ventas. La Ciudad Monumento contaba con varios equipos en lugares fijos. Frente a la Plaza de la Revolución se encontraba el de Juanito Albacete Iglesias, instalado en la planta superior del cine Bayamo; su locutor, Rolando Antonio Paneque, además de una bien timbrada voz hacía gala de un caudal inagotable de creatividad, en el arte publicitario. Vidal lo reconoció así y no vaciló en captarlo para garantizar el éxito de su empresa.
Cubiertos los requisitos legales, la CMKX fue instalada en su nueva sede, que contaba con un buen estudio-teatro para la transmisión de programas con presencia de público. Su propietario, en un plan de austeridad, se albergó con su familia en las habitaciones del fondo.
El 12 de mayo de 1940 reapareció en el dial de los radiorreceptores la CMKX, en su frecuencia de 1190 kilociclos de la Onda Larga. En la ceremonia inaugural usaron de la palabra el Alcalde Municipal Dr. José Fernández de Castro y el Dr. Blas Domínguez Martí. Después de un exquisito brindis comenzó el desfile de artistas, en un maratón de alegría que se prolongó hasta la medianoche.
Rolando Antonio Paneque y Amable Martínez Jr. fueron los locutores regulares. Sobre la marcha se desarrollarían en ella Enrique Orlando Lacalle, Rolando Avello Vidal, Enrique Hidalgo (Taylor), Felo Capote, Carlos Selva Yero, Víctor Montero Mendoza y Felo Ramírez; este último marcharía en 1945 hacia La Habana, para consagrarse como un verdadero astro de la narración deportiva.
Igual que su predecesora, la CMKX basaba su programación en música grabada en discos. Pero mantenía algunos espacios con artistas de la localidad, en horarios diarios y semanales. Por su estudio-teatro desfilaron: el dúo “Para-Sánchez”, Luís Mariano y Paquito, los trovadores Guillermo Milán y Carlito Soto, la soprano Esther Pacheco y el dúo “Hermanas Acosta”.
En la edición N° 75 de la revista El Bayamés, correspondiente a septiembre del 2000, Oscar Vidal Benítez rememora los programas de mayor relevancia que conformaron el quehacer radial de CMKX entre los años 1940 y 1945. En primer rango sitúa “Bayamo y su historia”, que salía al aire los viernes en el horario de 7:00 a 8:00 pm, con libretos de Enrique García Lample, quien tomaba como base el libro Bayamo de José Maceo Verdecía. Algunos hechos históricos fueron dramatizados por el cuadro de comedias dirigido por el periodista, locutor e historiador Enrique Orlando Lacalle.
“La corte infantil del arte”, con la dirección y animación de Amable Martínez Jr. se radiaba los sábados de 5:00 a 7:00 pm, con aplausos y regalos para los ganadores. “Entre aplausos y campanadas”, programa semanal que cubría el espacio sabatino de 8:00 a 10:00 de la noche, era coordinado y animado por Rolando Antonio Paneque. Los aficionados al arte se presentaban para exponer sus aptitudes y optar por atractivos regalos. Cuando el concursante carecía de calidad, desafinaba o se distanciaba del acompañamiento musical, el público, en funciones de tribunal, levantaba la mano, y Paneque hacía efectivo el veredicto adverso con un sonoro campanazo que provocaba risas y expresiones hilarantes.
“Confrontación”, programa ideológico, con libertad de expresión que cubría una frecuencia semanal en horario nocturno, con Rubén Castillo Ramos, Carlos Selva Yero y Eugenio Fonseca Álvarez en función de moderadores. Generalmente participaban Julián Domínguez, Lucas Borges, Oscar Mora y Emilio Garcés de una parte, mientras que de la otra lo hacían Eustaquio Riverón, Edgardo Sarmiento y Brull. El lunetario del estudio-teatro se repletaba de simpatizantes de uno y otros que, en marco de respeto y moderación, les manifestaban su apoyo y revestían cada transmisión de un especial colorido.
“Mundo elegante bayamés”, un resumen de la vida social numantina, salía diariamente al aire de 6:45 a 7:00 pm, en la voz de su autor Enrique Orlando Lacalle. Acaparaba una audiencia total en la ciudad y localidades vecinas. “La Hora del Swing”, hábilmente conducido por Víctor Montero, cubría el horario de 4:30 a 5:00 pm, de lunes a viernes, para deleite de los adictos a la música norteamericana. “Noche Romántica” patrocinada por London City, la universidad de las modas masculinas, contaba con la animación de Amable Martínez Jr. En la misma actuaban regularmente el cantante Julio Anta y el pianista Rubén Lavemia, quienes con cierta frecuencia invitaban a otros artistas; entre ellos Anaibés Elias, Francisco Díaz Piferrer, la pianista Emma Sierra y el violinista Tomás Estrada de la Guardia.
Casi todas las agrupaciones musicales de la Ciudad Monumento desfilaron por el escenario de la CMKX en este lustro de 1940 a 1945; pero lo hicieron con mayor frecuencia el Conjunto Caribe dirigido por Cuco Paneque y la orquesta Ronda Lírica Bayamesa, con la conducción del maestro Radamés Cabrera.
Párrafo especial para el declamador Atilio Tamayo Vargas, quien viajaba casi a diario a Bayamo, para deleitar a nuestra radioaudiencia con sus pinceladas románticas -nos dice Vidal-, y para Rafael Ramírez Arias (Felo Ramírez), el orgullo de Bayamo, quien hizo sus primeras armas en la radio como operador de la CMKX, para desarrollar luego sus artes en la narración deportiva, hasta alcanzar la cúspide de la fama y de universales reconocimientos.
Cuando se fundó la Asociación Cívica “Todo por Bayamo”, Oscar Vidal Benítez integró su Directiva, y puso la CMKX al servicio de su patriótica gestión. Encaminada a la reconstrucción de la ciudad heroica, que se había inmolado entre las llamas en la contienda iniciada por Céspedes en 1868.
La CMKX organizó diversos concursos. Uno de los más resonantes fue el culminado, exitosamente, el 12 de enero de 1945, como cierre feliz de las tradicionales Fiestas de Reyes de aquel año.
El certamen comenzó en septiembre de 1944, nos dice Vidal en El Bayamés, el proceso de selección se realizó mediante cupones que entregaba el comercio de acuerdo con el importe de la compra realizada, por el cliente. Este último los depositaba en los buzones habilitados, con el nombre de la candidata de sus simpatías. Cada mes se realizaba un conteo de los votos. En el escrutinio final ganó Carmen Tablada de Cárdenas. Se organizó un extraordinario desfile, proyectado por Enrique Orlando Lacalle y con el decisivo apoyo de Luisito Tablada, que creó una cabalgata integrada por docenas de jinetes, con Carmencita al frente, quien representaba a Canducha Figueredo. Al final desfilaron todos los coches de Bayamo, con bellas damitas, mientras la Banda Municipal, bajo la batuta del Maestrodon Rafael Cabrera, embriagaba el ambiente del más puro patriotismo, con la repetida ejecución de la inmortal canción “La Bayamesa”, de Céspedes, Fornaris y Castillo Moreno.
El profesor Barrera, dice Vidal, durante unas Fiestas de Reyes lo presentamos en el estudio-teatro de la CMKX, clavado en una cruz. El Dr. Marcos López Hidalgo estuvo presente en el momento en que el ayudante del profesor le perforaba las manos y los pies y lo clavaba. Cuatro días estuvo crucificado con la vista fija, contando las personas que entraban en el teatro, pues a él le correspondía el 50% de las entradas brutas. Fue un éxito el espectáculo.
La CMKX contaba con algunos anunciantes de categoría nacional; entre ellos la Compañía de Seguros Previsora Latinoamericana, cuya propaganda era sufragada con una póliza fuerte. Apoyado en ella y dispuesto a liberarse del dogal del alquiler, al cabo de cinco años de permanencia en la calle Saco, Vidal se propuso marchar hacia predios propios, adquirió de la señora Lola Reyes un amplio solar en la esquina de Capote y Martí. Allí, con el frente para la calle se hizo fabricar los elementos de vivienda indispensables para alojar la emisora, y también a su familia, con la misma austeridad y espíritu de sacrificio mantenidos en la calle Saco.
* Trabajo investigativo concluido en el 60 Aniversario de la radio en Bayamo: 10 de octubre de 1997. |
La radiodifusión comercial en Bayamo entre 1945 y 1948 tuvo como figura destacada a José Berenguer, el constructor que plasmó en realidad los planes de Oscar Vidal Benítez, edificó en la esquina de Capote y Martí un pequeño local en el cual surgiría un moderno bar, con el nombre de “Night Club Tailuna”.
El fantasma de la incosteabilidad rondaba a la CMKX y su propietario buscaba a toda prisa nuevas fuentes de ingreso. Quizás por ello dejó en suspenso el montaje de la sala-teatro para la transmisión de programas con presencia de público. Así limitaba las flamantes construcciones a un reducido local para la planta y otro, un poco más amplio, para la cabina de locución y la consola del control de audio.
Un personaje significativo de esta etapa entra en escena, Rodolfo Yasell, quien posteriormente sentaría plaza de buen fotógrafo. Firo, como le conoce su natal Bayamo, trabajó con Vidal en funciones de operador durante la estadía de la CMKX en la calle Saco, y le acompañó en la mudanza para la nueva sede. Aquí la nómina de locutores fue cubierta por Carlos Selva Yero y Felo Capote. El primero abandonaba pronto la radio para trabajar en la “Oriental Press”.
La inestabilidad de los locutores obligó a Firo Yasell a desempeñarse en tales funciones, con la atención a los controles. Para aligerar la sobrecarga de trabajo, propició la incorporación de Franco Fonseca, como operador, quien iniciaba así una larga trayectoria en la radio que culminaría con su jubilación en la C O C O de La Habana.
En estos años los anunciantes mostraban preferencia por la propaganda en amplificadores. Así lo demuestra el rápido auge alcanzado por la “Oriental Press”, dinámica empresa publicitaria regenteada por los periodistas Mackinley Masiques Gala y Rubén Castillo Ramos, cuyos equipos estaban instalados en la azotea del Hotel “Róyalton”.
La CMKX languidecía, el esplendor artístico alcanzado en sus primeros tiempos en la calle Saco había desaparecido. En su reducido estudio solo actuaban, con cierta regularidad, el jiguanicero Atilio Tamayo Vargas con sus poemas y esporádicamente, algunos trovadores; entre ellos Guillermo Milán y Paquito Sánchez.
Hombre de empresa, Oscar Vidal buscó nuevos derroteros por donde encauzar sus mejores empeños y encontró los adecuados en el giro comercial: primero como agente de los radios “Sparton”; luego de otros efectos eléctricos. Mientras la compañía constructora con la cual había suscrito la póliza daba los toques finales a su moderno edificio de apartamentos, con fachada para la calle Martí y en su planta baja inauguró la “Casa Vidal”.
En 1946, la CMKX dejó de transmitir desde Bayamo para convertirse, mediante arrendamiento, en repetidora de la MIL DIEZ: emisora del Partido Socialista Popular, que salía al aire desde sus estudios de la calle Reina, en la capital cubana. Edgardo Sarmiento, destacado militante comunista, asumió la representación de la empresa contratante, mientras que Franco Fonseca quedaba al cuidado de los equipos, con la responsabilidad de garantizar su permanente enlace con la planta matriz.
En los tiempos en que la CMKX estuvo encadenada a la MIL DIEZ, surgió en Bayamo otra empresa publicitaria; la de Armando Soto Yero. Este bayamés tenía un taller de fabricación de refrigeradores comerciales y reparación de equipos electro-domésticos en la calle General García, frente a “La Violeta” y dedicó un espacio al montaje de la base de una novedosa red de propaganda.
Esta red, mediante enlace por línea telefónica, estaba constituida por bocinas instaladas en el Parque San Juan y en “La Guariana”. Esta circunstancia crea una confusión en el recuerdo de algunos bayameses, que aseguran la presencia de la CMKX en “La Guariana”, durante un lapso de la segunda mitad de la década de los años 40.
En 1948, antes de finalizar su mandato presidencial, el Dr. Ramón Grau San Martín decretó la clausura de la MIL DIEZ. Como el propietario de la CMKX tenía sus documentos en regla, pudo recuperarla al interrumpirse la cadena. Fue entonces que Vidal tomó la decisión de venderla, para dedicarse por entero a las lides del comercio en el giro de efectos eléctricos.
La CMKX y su propietario llegaron juntos a Bayamo en 1940. La Ciudad Monumento los acogió con su hospitalidad característica. La emisora perdura, su fundador, actualmente en el extranjero, dejó a su paso una imborrable estela de afectos y reconocimientos. Su contribución al progreso de Bayamo es innegable.
Para el 4 de noviembre de 1948 la CMKX fue adquirida por la Red Provincial de Radio: empresa que regenteaba la CMKR en Santiago de Cuba. Uno de sus gerentes, Manuel de Regla Díaz, fijó residencia en Bayamo para dirigirla.
Las emisoras pequeñas, para sobrevivir, tuvieron que recurrir al arrendamiento de espacios. Este se pagaba mensualmente por un tiempo determinado, dos horas por ejemplo y vendía la propaganda a comerciantes, industriales, candidatos en períodos electorales...
Manuel de Regla Díaz entró en la radio como arrendatario. Su “Hora Quisqueya” salió al aire en CMKX primero y en CMKR después. Al cabo de algunos años esta última emisora fue puesta a la venta, ya había acumulado un enorme caudal de experiencia en el negocio y no pocos amigos solventes, ente ellos Arístides Gervet de Villafañe y Francisco Sanz Valdés, que aportaron el capital suficiente para su compra, integraron una sociedad en la cual ellos aportaban el dinero y Regla Díaz el talento.
Cuando Oscar Vidal puso a la venta la CMKX, ya la CMKR estaba consolidada económicamente; circunstancia favorable que impulsó a sus gerentes a su inmediata adquisición. Al reinstalarla invirtieron en ella recursos financieros suficientes como para dotada de nuevos elementos técnicos y administrativos.
El viejo transmisor, junto a la consola de audio, la cabina de locución, un pequeño estudio-teatro con 60 lunetas y la oficina de la Dirección y el Noticiero, fueron emplazados en los altos del teatro “Elpidio Estrada” (actual “Cine Céspedes”). Una posición privilegiada que resultó muy efectiva para neutralizar la competencia de los amplificadores, con la orientación hacia el exterior de un par de bocinas de alta fidelidad.
El 4 de noviembre de 1948 reapareció en el dial de los radiorreceptores la CMKX. Identificada como integrante de la Red Provincial de Radio, su nómina original se componía de seis obreros: Amable Martínez Jr. y Enrique Hidalgo; locutores, Humberto Franco Fonseca Ramírez y el santiaguero Miguel Ángel Bonachea; operadores, Ángel Pedreira, que pronto pasó a operador- conserje. Rolando Antonio Paneque en funciones múltiples: locutor, periodista y agente publicitario; tarea clave esta última, por su innegable dominio de la plaza.
En el decursar de trece años, esta nómina sufriría numerosas variaciones. En un recuento global se puede señalar que en la CMKX trabajaron los locutores Rolando Antonio Paneque, Terencio Montero Pacheco, Gumersindo Pacheco Reyes (Piro), Rolando Avello Vidal, Félix Angel Santoya Ramos, Miguel Hernández, Juan Cintra Cabrera, Mariano Gómez Navarro, Mario Crespo Fuentes, Carlos Batista Faba, Ibrahin Aput Eyrbayter, Julián Ercilio Navarro Coello, Francisco Pacheco Almirall, Rolando Pacheco Reyes (Pancho), Enrique Hidalgo (Taylor), Ulises Escalona Osoria, Justo Aguilar Suñol, Cristo Salvador Madruga Otero, Víctor Montero Mendoza y el autor de estos apuntes.
Además de Franquito, Bonachea y Pedreira, los controles de audio de la CMKX estuvieron en manos de Eduardo Figueredo Rondón, Cesarín Fornet Frutos, Elio Verdecía León, Armando Tamayo, Joaquín René Jardines, Eloy Verdecía León, Manolo Jorge Ros y Angel Larramendi,
“Crisol de Estrellas”, animado por Paneque y Terencio Montero, alcanzó tal popularidad que empezó en el pequeño estudio-teatro de la CMKX y tuvo que ser trasladado al “Elpidio” para transmisión de control remoto. Este programa dominical consistía en un desfile competitivo de artistas aficionados que optaban por atractivos regalos, cortesía de los anunciantes de la emisora. En este espacio se dio a conocer, niño aún, uno de los cantantes de más larga trayectoria y sostenida vigencia, el bayamés Pablo Milanés.
Con menos arraigo, pero con más perdurabilidad, salió al aire el espacio dominical de canciones y ritmos populares que animaban las voces y cuerdas del “Trío Caribe”, integrado por Chucho Pompa, Cándido Pérez y Rolando Navas. También, Mariano Hernández, el poeta que llega al corazón del pueblo, se mantuvo en la CMKX durante años con sus programas de puntos cubanos, primero “La Voz de la campiña” y “Amanecer Campesino” en la programación matutina; luego, “Atalaya campesina” a las 5:30 de la tarde. En los primeros le acompañaba el guitarrista Cándido Pérez; en el último Elier Fonseca Machado.
La Iglesia Católica tuvo dos programas durante esta etapa de la CMKX. Hablemos de ellos: -A fines de 1952 e inicios del 53, trabajé la audición semanal del Padre Madrid. Muy breve la presentación; brevísima “Y ahora con ustedes el Padre Alfredo de Madrid, Párroco de la iglesia San Salvador de Bayamo, en su espacio dominical “Cada siete días”.
La comparecencia del padre Madrid ante los micrófonos de la CMKX duraba una hora: de 12:00 a 1:00 pm. Trataba temas sabiamente elaborados, que comprendían desde los inherentes a su alto ministerio eclesiástico hasta los relacionados con acontecimientos de actualidad; incorporando referencias históricas, literarias y de sociología. En muy pocas ocasiones le vimos apoyarse en algún libro, revista u otro material impreso. El párroco de la Iglesia Mayor hacía gala de una prodigiosa memoria, de una envidiable facilidad de palabra y, sobre todo, de un pleno dominio del arte de mantener el interés de la radioaudiencia.
El rating alcanzado por “Cada siete días”, en la programación dominical fue muy elevado. Cuando se ausentó del dial llovieron las llamadas telefónicas inquiriendo las causas: prueba inequívoca de la general aceptación de las comparecencias radiales del Padre Madrid.
Otro programa de la Iglesia, de esta etapa, fue “Todos hermanos” del padre Federico de Villamartín, que salía al aire cada atardecer, con una extensión de siete minutos. El padre Federico, que se me antoja émulo de San Francisco de Asís, por su contextura física endeble y su palabra humilde y persuasiva, nutría sus charlas de elevados conceptos encaminados a llenar los corazones de bondad, de paz, de comprensión, de amor.
El noticiero “Últimas Noticias” tema cuatro emisiones diarias: en la apertura y cierre de la planta; al mediodía y la estelar, de 6:00 a 7:00 pm, que acaparaba una total radioaudienda en la ciudad, sus barrios y localidades vecinas.
Mucho contribuían al éxito de los noticieros de la CMKX sus corresponsales: Pastor Ros en Bueycito, Tomás Pérez Tamarit en Guisa; Saturnino Bruquetas Rosabal en Veguita, Severo Romero Llórente en Guamo y Adonis Santiesteban Peña en Julia y Mabay, Ray Fóster en Río Cauto, Rubén Céspedes Pantoja en Jiguaní y Evelio Pérez en Baire.
El noticiero estelar de la CMKX tenía varios segmentos fijos; entre ellos “Mundo Elegante Bayamés”, del periodista Enrique Orlando Lacalle y Zausquet. “Chismicronoticias”, una sección rápida, amena y con salsita, que escribía Rolando Antonio Paneque y cobraba un extra de hilaridad con la chispeante lectura de Piro Pacheco.
Incentivaba el interés del oyente el aporte de sus colaboradores habituales: Robert A. Paneque con “Atalaya bayamesa”; Terencio Montero Pacheco con la “Información deportiva”; Isaac Cuñado Herrera, Hercasido” -con sus “Crónicas al pasar”; el Dr. Ciro Reyes Quiñones con sus “Notas Judiciales” y el autor de estos apuntes con las “Notas del Sector Educacional”
La discoteca de la CMKX, bajo la regencia de la Red Provincial de Radio, era amplia y actualizada, porque tenía un convenio con una empresa disquera de México que quincenalmente le suministraba por vía aérea los éxitos más resonantes de los solistas y agrupaciones musicales en boga. De ahí la elevada radioaudiencia de “México canta”, “Los mejores tríos”, “La mejor música del mundo”, “Aires de España”, y sus bloques, matutino y vespertino de “Variedades Musicales”
Párrafo de reconocimiento especial para “Ritmos de yanquilandia” y “Jazz Caravan” los mejores programas de música norteamericana que se escuchaban en las emisoras del Oriente cubano, hábilmente conducidos por el profesor Víctor Motero Mendoza, quien los enriquecía con sus amenos comentarios.
La CMKX fue remodelada en 1955. Desapareció el pequeño estudio-teatro, a favor de una mayor amplitud de la cabina de locución; el resto del espacio quedo transformado en un confortable despacho para el director. Un transmisor de mayor potencia reemplazó a la vieja planta y entró en funcionamiento en su caseta de las afueras de la ciudad, junto a una torre de gran altura que relevaba a la obsoleta tendedera extendida de la azotea del hotel New York a la del teatro Elpidio Estrada. El departamento de controles de audio recibió sus beneficios, al instalarse una consola nueva, con tocadiscos adaptables a distintas revoluciones, ya que hasta entonces solo podían emplearse placas de 78 RPM. Carlos Toledo, técnico santiaguero que atendía los equipos de la Red, fue el responsable del montaje renovador.
La nómina de la CMKX fue ampliada con una plaza para un tercer locutor, otro periodista y un oficinista, que fueron cubiertas por Julián Ercilio Navarro Cóello, Rubén Castillo Ramos y Heberto Carvajal Olazábal, respectivamente. También fue contratado Gabino Galiano para atender el nuevo equipo transmisor. |
El 17 de febrero de 1968, vio la luz el periódico Combatientes del Cauto, Órgano de la Defensa Civil de la región Cauto- Bayamo- Jiguaní. Se imprimía en una prensa de pedal que se movía impulsada por la fuerza humana, con linotipos sueltos, que necesitaban pararse a mano y constituían cuatro hojas sueltas de ocho y media por 11 impresas por delante y por detrás y presilladas al lado izquierdo en la parte superior.
La publicación del habitualse lograba al conmemorar el primer ejercicio de preparación combativa de la Defensa Civil en la región. Era necesario poner en práctica el trabajo de la prensa en condiciones de guerra. Inicialmente se imprimía en la granja número 8, donde estaban las máquinas y un equipo de corresponsales y periodistas que suministraban informaciones, noticias, críticas, comentarios.
Durante la Operación Girón que se celebraba en la provincia con carácter de masa la tirada era diaria, después pasó a imprimirse en un lugar nombrado La Bayamesa. Se convierte en plegable y sale semanalmente en mayo de 1968. No hay dudas de que Combatientes del Cauto, en la movilización de la Defensa Civil y en la Operación Girón, contribuyó a la divulgación de las actividades propias del encomendado terruño.
Hay aspectos históricos dignos de destacar, se publica por primera vez en condiciones de “batalla”, el mismo día que inicia una movilización de práctica para la defensa de la patria, en 1968. Resulta ser la primera publicación regional después del triunfo de la Revolución en enero de 1959.
Este semanario sirvió para fortalecer el trabajo político, ideológico y de divulgación del Partido. El séptimo aniversario del periódico resultó para sus fundadores un compromiso alto y definitivo, trabajar con más ahínco por hacer del semanario un verdadero organizador de masas y luchar por cumplir en su desarrollo las orientaciones trazadas por los máximos dirigentes.
Ángel Sánchez Contreras, bayamés, fue el primer director de este boletín. Sin embargo, el creadorfue el desaparecido Julio Báez Medel, asesorado por Efraín Montoya Montes de Oca.Importante es mencionar la presencia de otros directores como Efraín VerdeciaGuevara, Víctor Vega La O y Joel Lachatanerais Popa.
Los protagonistas de este sencillo, pero no menos importante, boletínque en sus páginas se reflejó el quehacer, esencialmente económico, que además contaba con otras secciones como las culturales, deportivas, de servicio social,fueron los periodistas, reporteros y colaboradores entre ellos se encontraban: Ramona Boza Reyes, David Chacón Rivas, Raciel Pérez Martínez(reportero), Manolo de Acosta, Quintín Pompa Puig, René Rico L., Zoila Rodríguez, José L. Pacheco, Rubén Pacheco, Fernando Rabelo, Luis Moreno, José Won Estrada (reportero), Néstor Pita e Ibrahim Verdecia.
Entre sus colaboradores asiduos estuvieron José Carbonell Alard y el periodista de Radio Bayamo Carbajal Olasabal. Aportaban colaboraciones Eliades Proenza, de Guisa y corresponsales de toda la región. Importante es destacar que estos hombres y mujeres apenas tenían experiencia y la adquirieron con el trabajo diario.
Actualmente la Oficina del Historiador de la Ciudad de Bayamo conjuntamente con la Biblioteca Provincial 1868 hace un trabajo arduo en la conservación del patrimonio documental. Una muestra es la digitalización de la colección del periódico Combatientes del Cauto.
Los ejemplares presentan, en muchos casos, un elevado nivel de deterioro y ha sido necesario realizar una recopilación, pues están dispersos en instituciones y particulares. La base de datos que fue creada para la publicación se consulta según la fecha. Este modesto y casi olvidado periódico, en las dos etapas por las cuales transitó, es fuente indispensable para cualquier investigación que sobre este período se realice, de ahí la importancia de su preservación en soporte digital. |
Pudo dedicarse a la odontología, ser machetero o peón de albañil sin embargo, la suerte o el destino tramaron para que se convirtiera en periodista y a manos de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Bayamo hiciera llegar 229 ejemplares del periódico La Demajagua, en su primera edición.
Juan Farrel Villa tiene en su propiedad los periódicos La Demajagua impresos y publicados en el municipio especial Manzanillo, de la provincia cubana de Granma; supo que en algún momento el tiempo se encargaría de desaparecer las páginas amarillentas que un día informaron a pobladores ávidos de conocimiento y puso manos a la obra para rescatar del olvido los recuerdos transformados en palabras que dan vida a trabajos peridísticos.
Cuando esa publicación fue cerrada, cada hoja impresa sería llevada a un basurero y olvidada para siempre. Entonces Raúl Rivero, compañero y jefe en esa época del habitual, lo instó a llevarse a su hogar una de las colecciones que más adelante organizó y por sus propios medios los acomodó en álbumes.
Sin embargo, cuando surgió ese periódico su redacción la conformaron un pequeño grupo de trabajadores con cierta cultura general, ganas de aprender y hacer, pero con poca experiencia en el oficio de periodistas, al igual que ellos otros como: Sánchez Parra, quien fue corresponsal del periódico Sierra Maestra y Amado de la Rosa, ganaron reconocimiento por su buena labor.
Farrell Villa narró que al principio escribía las informaciones como si fuera una composición y poco a poco conoció la estructura de una noticia, el porqué de un lead y la necesidad de ser objetivo.
Cada semana llegaba a los habitantes de la costa La Demajagua, en sus inicios, dos mil ejemplares de cuatro páginas. También se realizaron ediciones de tres días por semana y otras con carácter especial que tuvieron seis hojas. Asimismo, contaban con suplementos dedicados a una fecha específica o a un suceso determinado como por ejemplo los carnavales de Manzanillo.
Para suerte de quienes tienen por objetivo el rescate del patrimonio histórico de un lugar llegaron a manos de Ludín Fonseca García, director de la Oficina del Historiador todos los ejemplares originales que conservaba Juan Farrell. Manuel Pompa, informático de la institución tardó aproximadamente tres meses en realizar la digitalización de La Demajagua. Página por página fue trabajada mediante un escáner que permitió guardarlos en el formato de imagen nombrado jpg, con una resolución de 300 dpi, la que se considera de calidad.
Este es una de las labores que ha asumido la institución desde que fue creada. En sus pocos años de vida se han digitalizado, además, los archivos de Enrique Orlando Lacalle, quien fue historiador de Bayamo, el periódico Combatientes del Cauto y fotografías consideradas antiguas que reflejan la vida de la ciudad.
La imagen de los periódicos que proporciona la tecnología posibilita leerlos sin dificultad e incluso, según el especialista Pompa, pueden volver a imprimirse sin que afecte el original y de esta manera volver a ser disfrutados por los lectores. Un documento como este resulta importante para salvaguardar la memoria histórica, en este caso de Granma, y es la oportunidad de ver noticias publicadas que se convierten en elementos que aportan al saber popular y de investigadores. Los años vividos por los trabajadores de La Demajagua, en su primera edición, no se olvidaran pues queda el recuerdo de quienes se esforzaron por crear un medio de información y comunicación digno de los que en sus manos sostenían el documento para ser leído.
Permanecen las anécdotas, las horas de desvelo e incluso, el olor a tinta a la salida de cada ejemplar impreso. También queda, para las generaciones que no vivieron la etapa y para quienes deseen retomar la lectura de sus páginas, un periódico digitalizado y adaptado a las tecnologías con que cuenta la Oficina del Historiador de la Ciudad de Bayamo para que de una manera diferente se vuelvan a redescubrir las letras guardadas. |